09 agosto 2008

Devoción A La Misería

Un cielo oscuro se corrompío, hoy necesito mas de la soledad, aunque deseo caminar por temporales de espinas tengo la impresión de que el cuerpo trata de resignar a la mente para ya no alentar al dolor. El arbol de la espera ahy estara, estoy solo, no quiero, ni deseo tener que nombrarte por el día de hoy una vez mas, deseo en cada parpadeo ir guardando en cada suspiro el olor para no perderlo.

Ese perro negro que siempre nos habla, todos aprenden a escucharlo pero pocos lo entienden y en las orillas se pierde el sonido de su aullido tan delirante, muy sobre el borde estan fusilados casí rotos los restos porcelanizados de las caras que tiempo atras sumergidas en el mar, siempre regresan burdamente a esta orilla del mar, aunque se sumerja en lo mas profundo del río, cada que crece busca llevarse las delirantes ya podrídas de todo aquel que hablaba enserio el discurso eterno de la fidelidad.

Y esa abundancia de coleccionar pedazos de arrogancía, esta por llegar otra vez, simulando felicidad no hay nada mas intenso que aparentar la rabia y reconocer el cansancio mientras se tararea una dulce canción y observar como esa gente se comporta normalmente ante la devastación.
Me encuentro otra vez caminando sin esperar llegar a un lugar, se acerca la ingenuidad por detras y el sentido de mí destino se vuelve tan sugestivo, sobre todo esta atmosfera comienza una sensación como de algo descompuesto e intensamente
Una especie de sentimiento muy repentino invade toda esta parte de la mente, empieza a agrandarse la duda, pero mas que nada miles de mariposas conviertiendo el sentido de lo real a lo fingido, los arboles se empiezan a desprender, en ese justo instante observo el mal anuncio, ese presagio de lo absurdo donde se simula el desconcierto, voy como retrocediendo de mi propio pensamiento talvez muy incierto, vertiendo este pedazo de prepotencia natural que dentro de la sinceridad mas decente, no puede perder ese gramo de rebeldía.

Me encerre y me mire en el espejo para desaparecer la constante fantasía, todo este tiempo fue mi único viaje, mi único tesoro antes de cometer la continuación del cuerpo carnal, el torso ya se desprende del cuerpo el suicidío mas cerca, la desición de contemplar el alba antes de destrozar la calma, en ese momento se funden los dos sentimientos de rabia y esperanza de saltarse el paso de la vida carnal.

Aquel viejo cuento del sol, en realidad fué durante mucho tiempo una conducta de algun ser que imagino tener la claridad opuesta de la oscuridad, cegando por eternidades la satisfacción de poder crear algo mas indispensable que el resplandor del sol.
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