Divirtamonos como marranos!

Es importante sentír radiante la descencía, que puede tratar de cambiar la emoción para no tener la afición constante de sentir que enferma el aire, exagerar con la verdad estirando cada vez mas la mentira, esperar el día siguiente para volver a tomar el aire, donde se encuentran lo sueños flexibles que casí nunca es como se cuentan en realidad.

Transparente el vientre, carne, hueso , sangre y el aire que vuelvo a tomar una vez mas resumidamente se cambía y expulso millones de porquerías, conservando que nos creemos que merecemos, que en el mejor de los casos estoy obsecionarme con crear ese mundo aparte lejos de donde tan cerca pueda extrañar o pedir que ya no pare de cambiar el aire, podría tratar de entender y ponerme sobre el rumbo, es logíco que pase que no me guste, es predecible que encuentro logíco que pase la ruína de ganar y tener que dejar todo extinguirse lentamente la flama del orgullo ante todo y el saludo intermitente, que hasta cierto punto parece pertinente.

Hasta luego, otra vez estoy prendiendo el fuego, con auscencía de el olor a margaritas en el ambiente que trae el aire del sur, el verano esta perdído en algun lugar que no tiene nombre, las estaciónes que pasan dejando solamente murmullos que da a lugar a la pregunta la verdad es una trampa o es una medicina.

Francamente las cartas que recibia en la primavera, eran cartas de todos los que estaban celebrando, yo me quedaba pensando, tenía todo y me quede sin nada, pero la sensibilidad de no distinguir la frialdad de la maldad, solamente me grita el corazón me grita en una expresión de color, me pide que vuelva de la vida.

Volver al camino, soñar, crear algo divino, para que cuando al dormir no encuentre el vacío, quiero un fúsil para matar cuando despierte, para que ya no duela la espina, para matar a ese vil que me la dejo clavada en la espalda voy a dormir, voy a vivir, voy a fluír.
Mé dí cuenta que no puedo contigo o sin tí, que la lluvia aunque sea fuerte no es la escusa que pienso todas las noches al mirar por la ventana y perderme por no tener el valor de salír a encontrarme