Buena suerte y mas que suerte para tí, yo me voy a leer lo que escribío el destino cruel en mi pared, parece ser que no hay nada mejor que hacer, me di cuenta como la fé destruye a la gente, a su vez como el mismo odio te carcome las entrañas, las flores como se queman y se hacen negras, como se cultiva una misería y de la misma forma cosechas el fruto de tu infelicidad.
Te deje en un camino de cardos y como ciego no supiste caminar, te fuiste tan lejos de tí y no supe como encontrarte, suponiedo que eso te afecto la manera en que el tiempo corrío, te volvío casi hipnótico sin ninguna razón.
En este día y cada día encerrado en mi propía carcel solo escucho el ritmo repetitivo que sin reparo me devuelve al estado de anímo anterior, revuelvo los sentimientos buscando aquel que en mí estado de anímo un suspiro satisfactorio me regalo.
Vivía en el eterno lugar anticelestial yo lo pedí y el de arriba se apiado de mí, me dijo que lavara las culpas en el riachuelo de los condenados, luego el me saco hasta la ultima gota de mi sangre negra con un filtro de luz la purífico despues lo vertío sobre ese río donde ella bebío de esa agua y se tomo todo el veneno que destruyo mi corazón.
La vida viene y va mi sombra va detras, pero de mi alma no se ni donde esta...
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