Mirando al cielo, esperando que lo profundo de la noche y los destellos que mandan sueños, destruyan los anhelos del alma que cansada de tanta calma pide el clamor de algun ser, aunque eso implíque poner fin a los vacios de pensamientos que me acercan al rumbo del ser inmortal, consintiendo el fuego que llevo adentro voy derechito a terminar en un barco en alta mar, navegando los deseos y perdido en el tiempo entre las olas del mar.
Muy en el fondo de dolor hay una fuerza extraña que parece conducir el cuerpo a dejar el ser, e infringir en lo insaciable y dar paso al mas alla, sacude mi cuerpo el silencio como cala en el fondo, suponiendo que teniendo todo en control cuando me entrego a un nuevo intento y así mi vida cambiar, hay algo siempre me vuelve la cara a bofetear.
Una bofetada a mí debilidad otra vez me hizo victima de la auscencía de chispa de vida, falsa creencía absurda condición de un cuerpo que come la emoción y la escupe sin razón que se vence ante el dolor, aunque la fortuna me sonría en par en par, es solo una y ahy va quedar otra vez mi fragilidad que se revela al destino, revelde destino que no me hace entender que el camino en un momento te hace ceder.
Cediendo a la vida y la muerte cuando estas de frente a ella no quieres ni acercarte, porque sabes que la vida, la oportunidad no te dara para pagar la condena que te hace tanto rabiar, vaz caminando solo y te acercas a un arbol porque sabes que es el unico ser que no te niega un abrazo de sombra tan honda en tu corazón te llena de placer interior.
Soy paranoíco lo se pero es lo único que siento en el cuerpo esos sentimientos sin mí consentimiento se presentan y me dejan sin aliento en cualquier momento.
Siento que vuelo, cuando voy flotando en los cielos me ausento del cuerpo y es cuando me doy cuenta que jamas encontrare la llave de esa puerta en donde esta escondida mi vida perdída.
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