Un extenso horizonte que no tiene suelo ese es el cielo, pero el tomaba la ruta mas popular hacía la nada, le duele no creer en otra cosa mas que en la noche y el dia, con las danzas de los sueños ahogados en el mar basto tan basto ahun así llegara al fin.
Nadie lo podra impedir seguira incado en el rincon de la plenitud clamando los deseos de rabia, con voces que vienen desde el interior y no hay droga mejor para despertar que un mandato celestial, espiritus de voces gruesas que ocupan un lugar en un limbo sideral.
Y de pronto el viento me trae tu cara hasta aquí y todo se desprende de mí, volvere solo y si cuando regrese no te encuentro aquí olvidate de mí y de lo efímero que fuí, porque solo podías ver en mí lo mas espantoso, siniestro de la vida, que nunca se olvidara y nadie podra impedir.
Revuelvo los restos de lo que antes fuí y en ellos veo el descenlace el fin, de en lo que me voy a convertir y aquí estoy sin sueño una vez mas pensando en el ayer, el poder otra vez me volvío a mandar que pierda la esperanza de vivir.
Una realidad mal jugada por un suicida y que distorciona la misma con su juego de mentiras e ignorancia dialogando con la pared todos los días, su vida una composición toda corrida que resalta la equivocación.
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